Una Tormenta Perfecta para la Industria
Las organizaciones industriales y los transportistas de América del Norte se preparan para lo que podría ser un paro simultáneo sin precedentes en las dos principales compañías ferroviarias de Canadá, lo que podría causar daños económicos que ascienden a miles de millones de dólares. En un país donde el transporte ferroviario es vital para la economía, la posibilidad de una interrupción en el servicio ha generado alarmas en diversos sectores.
Dependencia del Transporte Ferroviario
Canadá, el segundo país más grande del mundo, depende en gran medida de sus ferrocarriles para el transporte de bienes esenciales, incluyendo granos, frijoles, potasa, carbón y automóviles. Greg Northey, vicepresidente de asuntos públicos de Pulse Canada, una organización que representa a la industria de cultivos de legumbres, expresó su preocupación: «Es una catástrofe. Literalmente, nada se movería».
Estancamiento en las Negociaciones Laborales
Las conversaciones entre Canadian National Railway (CN) y Canadian Pacific Kansas City (CPKC) con el sindicato de Teamsters han llegado a un punto muerto, con ambas partes acusándose mutuamente de falta de buena fe. Las compañías ferroviarias han advertido que comenzarán a despedir trabajadores el 22 de agosto si no se llega a un acuerdo laboral, mientras que el sindicato ha manifestado su disposición para convocar una huelga en la misma fecha.
Impacto Económico y Llamado a la Acción
La magnitud de la posible interrupción ha llevado a grupos industriales a instar al gobierno federal a intervenir. El Consejo Empresarial de Canadá, en una carta abierta dirigida al Primer Ministro Justin Trudeau y al Ministro de Trabajo Steven MacKinnon, destacó que «teniendo en cuenta los millones de empleos canadienses que se verían afectados, la magnitud de la interrupción es abrumadora». Las vías férreas de Canadá transportan alrededor de 380 mil millones de dólares en bienes anualmente.
Embargos y Repercusiones Internacionales
Ante la inminente posibilidad de un paro, CN ha comenzado a imponer embargos, prohibiendo nuevas reservas para el movimiento de materiales peligrosos y carga refrigerada a partir del jueves. Además, se han suspendido todos los tráficos intermodales que provienen de más de una docena de centros estadounidenses con los que conecta su red.Por su parte, el operador ferroviario estadounidense Norfolk Southern también ha implementado embargos de carga peligrosa y sensible a la seguridad hacia y desde las redes de CN y CPKC, efectivos de inmediato. Se anticipa que se emitirán embargos adicionales en caso de que se produzcan paros laborales en las operadoras canadienses.
La incertidumbre que rodea a la industria ferroviaria canadiense en este momento es palpable. Con la economía de Canadá y su relación comercial con Estados Unidos en juego, todos los ojos están puestos en las negociaciones laborales que podrían determinar el futuro del transporte ferroviario en el país. La presión está sobre las partes involucradas para encontrar una solución antes de que el 22 de agosto marque el inicio de una crisis económica sin precedentes.